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La calle se vuelca con el octogenario condenado por defender su vida

Actualizado 21.04.2024

La Adiencia Provincial de Ciuad Real ha condenado a seis años de carcel al hombre octogenario que se defendió del robo en su vivienda con una escopeta de caza para la que tenía licencia. Seguramente el Tribunal ha cumplido con su obligación, pero la sociedad parece no entener las decisiones que se están tomando en los últimos meses con casos idénticos a este o en otros de mayor gravedad por los que se pasa de puntillas.

El Tribunal Supremo absolvió en mayo del pasado año a un hombre de 65 años que se defendió de la agresión de un vecino que lo atacó con un hacha. En primera instancia fue condenado, sentencia que recurrió, le aplicaron una eximente incompleta, pero de nuevo recurrió, hasta que el Tribunal Supremo lo absolvió exponiendo que el anciano había defendido su vida con los medios a su alcance, y que temiendo por su vida no pudo sopesar la idoneidad del medio utilizado.

Meses después una mujer española que fue víctima de una violación grupal en la que participaron varios menores extranjeros, tuvo que ver como el tribunal los dejaba en libertad con la única condición de que siguieran un curso de educación sexual.

En el caso del octogenario, el agresor es un inmigrante multireincidente que contaba con numerosos antecedentes. Nada de eso se ha tenido en cuenta a la hora de dictar sentencia. La jurisprudencia marca que el medio de defensa debe ser proporcional, pero resulta complicado entender cual es el límite de la proporcionalidad cuando tienes ochenta años y te ves amenazado en mitad de la noche, en un lugar apartado y solitario, por un hombre que se agazapa ante ti con una sierra mecánica en las manos. No puedo imaginar lo que se pasa por la cabeza en un caso como este, pero de lo que estoy seguro es de que solo pensaría en sobrevivir, no creo que me dedicara a buscar un medio proporcional. Resulta tambien curiosa la forma en que el Fiscal preguntaba al acusado, un anciano de ochenta años, al que manipuló para obtener las repuestas que buscaba. Seguramente fue legal, pero desde luego no nos parece justo. 

En Madrid se han convocado movilizaciones en apoyo del que parece haberse convertido en un ejemplo para una sociedad que empieza a cansarse de poner la otra mejilla. No se entiende la persecución a un anciano que defiende su vida mientras disfrazan la necesidad de siete votos con la búsqueda de la democracia real,. por la concordia y la paz.